Duro golpe contra la minería ilegal

En los últimos días, la minería ilegal aluvial recibió dos duros golpes tras realizarse dos exitosos operativos, uno en el río Napo, por parte de la Dirección de Capitanía de Puertos (Dicapi), y otro en la cuenca del Nanay, liderado por la Autoridad Regional Ambiental (ARA) de Loreto. En ambas intervenciones resalta la detención de mineros ilegales, un hecho que marca un importante precedente en la lucha contra la minería ilegal en Loreto, pues hasta el momento solo se había logrado destruir dragas, y la detención permite poner a quienes cometen estos delitos ambientales a disposición de la justicia.

“Esta intervención para mí es la más resaltante porque en intervenciones anteriores solo se quemaban las dragas, pero no habían detenidos, y ahora sí hay detenidos, lo cual marca un precedente importante, porque si antes los mineros ilegales creían que podían cometer estos delitos sin responder ante la justicia, ahora saben que no es así”, resaltó Mario Yomona, director de la Dirección de Conservación y Diversidad Biológica de la ARA, respecto a la intervención realizada en la cuenca del Nanay.

La minería ilegal que amenaza el río Nanay y dos áreas protegidas

La conservación de la cuenca del río Nanay es vital para garantizar calidad de vida a los ciudadanos de Iquitos, pues el agua potable es uno de los principales servicios ecosistémicos que brinda el Nanay. Asimismo, la contaminación que suceda en este río afecta directamente al Área de Conservación Regional (ACR) Alto Nanay-Pintuyacu Chambira, en donde inicia la cuenca, y a la Reserva Nacional Allpahuayo Mishana (RNAM), por su cercanía. Por ello, el desarrollo de minería aluvial con mercurio en esta zona de Loreto es una problemática de urgente atención.

La caída de mineros ilegales en el Nanay: un logro de la autoridad y las comunidades

La intervención realizada el domingo se dio gracias a las denuncias e información brindada por parte de la población que habita en la zona de influencia del ACR, lo cual permitió identificar los puntos donde se encontraban los mineros ilegales.

La historia de este exitoso operativo empieza con la llegada de una comisión de la Dirección de Conservación y Diversidad Biológica de la ARA a la zona de influencia del área para el desarrollo de una asamblea del Comité de gestión de la ACR. Aunque la agenda de la comisión incluía informar y sensibilizar sobre la problemática de las dragas en el Nanay, y posteriormente, el martes 19, realizar un operativo, esta última actividad fue adelantada por decisión de la jefatura del ACR en respuesta a información brindada por la comunidad. De esta manera, el domingo 17, la jefatura del área coordinó con la comisaria de Santa María y se desplegaron de inmediato para la ejecución del operativo.

Los detenidos fueron puestos a disposición del Ministerio Público, para que la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (Fema) encamine los procedimientos correspondientes.

Una problemática latente en el Nanay

“El problema de la minería ilegal es un tema que no data de ahora, que viene de muchos años atrás, pero que ha tenido momentos en los que ha ido aumentando. Lamentablemente la inacción de los órganos competentes en minería ilegal, incluyendo la ARA hasta hace un tiempo, ha permitido que la actividad continúe latente”, indica Tony Mori, gerente de la ARA Loreto, en conversación con Actualidad Ambiental.

En este sentido, las autoridades con competencias sobre esta problemática tienen el gran reto de erradicarla, a fin de evitar las graves consecuencias que acarrea. “Esta actividad al ser ilegal no respeta ningún tipo de condición ambiental. Pues lo que hacen (los mineros ilegales) es emplear mercurio para limpiar el oro, y ese mercurio no es dispuesto correctamente, ni siquiera tiene algún tipo de tratamiento, y es directamente vertido al río entrando en contacto con las principales especies hidrobiológicas, incluido el pescado que todos consumimos”, alerta Morí.

El gerente del ARA indica que la minería ilegal no solo trae consigo afectaciones al ambiente, los recursos naturales y la salud pública, sino que “viene acompañada de problemas sociales, como la ocupación desordenada del territorio, aumento de la delincuencia, violación de derechos humanos, aparecen conflictos entre las comunidades, e incluso algunas personas son amenazadas de muerte”.

Además, no es una problemática que se limite a las comunidades que se ubican cerca de donde se da, pues sus consecuencias afectan también a poblaciones que están más distantes, como Iquitos, “porque del Nanay proviene el agua que consumimos los iquiteños, además esta misma cuenca nos provee de pescado, que sabemos es el alimento más consumido en la región, y este recurso también se está contaminando con mercurio”, denuncia Yomona.

Fuente: Diario La Región

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